Percibimos sentimientos contrapuestos en nuestro paseo por la ribera del río Guadaíra.
Por un lado el placer de observar la belleza del entorno, disfrutar de los sonidos de la naturaleza, conocer parte de la historia de nuestro pueblo...
Por otro, la tristeza de que la excursión es la última que harán en el 2º ciclo estas maravillosas hormiguitas, que se nos han hecho mayores.
El día fue espléndido, lo que permitió realizar todas las actividades que teníamos previstas, mientras íbamos completando nuestro cuadernillo de campo.
